Búsquedas Populares

Varios intérpretes de sordos muestran al pastor Gabriel Paulino, presidente de la Asociación Dominicana del Sureste en Santo Domingo, República Dominicana, durante la ceremonia especial de dedicación del primer grupo organizado el 2 de abril de 2022. El grupo es supervisado por un pastor distrital y siete intérpretes capacitados que ayudan y ofrecen apoyo a los 35 individuos hipoacúsicos de la ciudad que habían estado asistiendo a los cultos sabáticos semanales desde febrero. Más de veinte están actualmente estudiando la Biblia.

27 de abril de 2022 | Santo Domingo, República Dominicana | Departamento de Comunicación de la Asociación Dominicana del Sureste y Noticias de la División Interamericana

La Iglesia Adventista del Séptimo Día, mediante el Ministerio de las Posibilidades en la República Dominicana, dedicó hace poco la primera congregación específica para los hiooacúsicos del sureste de Santo Domingo. La ceremonia atrajo a líderes de la iglesia, miembros voluntarios y a más de 35 hipoacúsicos hasta la Sala de Eventos de la Asociación Sureste, para celebrar y ser testigos del primero del grupo que se bautizó el 2 de abril de 2022.

“El mensaje de Dios es para cada persona y, como iglesia, tenemos la responsabilidad de dar este mensaje de salvación, usando todos los medios disponibles, para que todos puedan comprenderlo y aceptarlo en su vida”, dijo Lidia Pérez, directora de ministerios de las posibilidades de la Iglesia Adventista en la República Dominicana. La congregación organizada es resultado del duro trabajo de los jóvenes y los adultos de la iglesia, que han apoyado a los hipoacúsicos de la comunidad, expresó. “Ha habido clases de capacitación en lenguaje de señas, la organización de un grupo de jóvenes de Guías Mayores, entre otras iniciativas y ministerios”, dijo Pérez.

El grupo es presentado por el pastor Gabriel Paulino (al centro), president de la Asociación Dominicana del Sureste, durante la ceremonia de dedicación en la sala de eventos de la asociación el pasado 2 de abril de 2022 en Santo Domingo, República Dominicana. El grupo incluye siete miembros de iglesia que son intérpretes certificados y ministran al grupo de más de treinta sordos o hipoacúsicos que visitan el culto sabático todas las semanas desde febrero de 2022. [Fotografía: Asociación Dominicana del Sureste]

Llenar una gran necesidad

Durante el mensaje principal en la ceremonia inaugural, el pastor Gabriel Paulino, presidente de la Iglesia Adventista en la región Sureste, celebró la obra de miembros de iglesia comprometidos, por su dedicación de unir a toda la congregación de hipoacúsicos. “Es un gran honor dedicar este grupo de iglesia”, dijo Paulino. “Esto llena una gran necesidad en nuestra población, gracias a Dios”, dijo Paulino, asegurando al grupo que cuenta con el apoyo pleno de la iglesia en este nuevo ministerio en la congregación.

El bautismo de Rachel Marte Pierre, de 17 años, significó una maravillosa bendición y un gran logro, dijo Héctor Lizardo, un pastor distrital que ministra al grupo de hipoacúsicos recién formado.

“Me siento tan feliz de bautizarme hoy”, dijo Marte Pierre minutos antes de su bautismo. “Entiendo todo lo que se dice en la iglesia”.

Rachel Marte Pierre, de 17 años, sonríe después de ser bautizada y presentada por el pastor Gabriel Paulino y ser recibida por un grupo de hipoacúsicos y de miembros de iglesia el pasado 2 de abril de 2022. Marte Pierre es la primera hipoacúsica del grupo en ser bautizada. [Fotografía: Asociación Dominicana del Sureste]

La iglesia recibe un promedio de 15 a 20 individuos hipoacúsicos para los cultos de cada sábado de mañana.

Dar significado a sus vidas

Este proyecto ha significado más que tan solo la inclusión de los sordos, dijo Lizardo. “Han encontrado un grupo de apoyo que ha llegado a ser como su familia”, expresó. “Hemos trabajado para permitirles que se sientan comprendidos, amados y aceptados, y la mayoría de ellos ha compartido de qué manera ser parte de esta congregación ha dado significado a sus vidas”.

El grupo no ha sido establecido oficialmente como una iglesia, pero la asociación hizo arreglos para dedicar al grupo como una congregación especial, debido a los esfuerzos continuos por ministrar a la comunidad de hipoacúsicos durante los últimos cuatro años, dijo Lizardo.

Kariela Alcántara, docente de necesidades especiales y líder de jóvenes adventistas en la iglesia adventista Bilingüe Intercultural EFFATA en Ensanche Ozama, Santo Domingo, República Dominicana, observa mientras los intérpretes interpretan en señas para los hipoacúsicos, durante el culto de dedicación del 2 de abril. En los últimos tres años, Alcántara ha entrenado a más de 25 miembros de iglesia y otras personas de la comunidad en el lenguaje de señas. [Fotografía: Asociación Dominicana del Sureste]

En 2017, se iniciaron charlas sobre cómo llegar mejor a la comunidad de sordos, con la ayuda de Kariela Alcántara, docente de necesidades especiales y líder de jóvenes adventistas en Ensanche Ozama, en la zona oriental de Santo Domingo. “Nos acercamos a la directora de la Escuela Nacional para Sordos a vin de conocer sobre la cultura sorda y establecer acuerdos de colaboración con el Instituto Nacional de Formación Profesional Técnica, lo que resultó en la capacitación de siete miembros de iglesia”, explicó Lizardo.

Después de esa capacitación, Alcántara comenzó a enseñar lenguaje de señas como parte del proyecto con cincuenta personas, lo que incluyó a esos siete intérpretes, dijo. Poco a poco, más individuos sordos de la comunidad se sumaron al proyecto y, en 2019, se formó un grupo con tres jóvenes sordos que participaron del camporí de Guías Mayores en la región oriental del país. Después del pico de la pandemia, un grupo de treinta jóvenes sordos se apuntaron para ser parte del camporí especial de Guías Mayores en la región en noviembre de 2021.

Hoy día, con la ayuda de intérpretes y miembros de iglesia, más de una veintena del grupo de hipoacúsicos está recibiendo estudios bíblicos, y los líderes esperan que otros tomen la decisión de ser bautizados a fines de año.

Una de las muchas personas con hipoacusia que asistió al programa de dedicación del pasado 2 de abril de 2022. [Fotografía: Asociación Dominicana del Sureste]

Llegar a muchos más

Hay una vasta necesidad, dijo Lizardo. La iglesia ha ayudado brindando alimentos y prendas de vestir, además de ofrecer transporte desde sus hogares hasta la estación de autobuses para que asistan a los cultos sabáticos. Pero hay muchos más que alcanzar, dijo.

Según el Consejo Nacional de Discapacidad de la República Dominicana, hay aproximadamente 97.735 sordos en el país. “Hay muchas áreas de necesidad que se transforman en oportunidades para ayudar de manera positiva como iglesia”, dijo Lizardo. Entre las múltiples áreas de necesidad que se convierten en oportunidades de asistir de manera positiva como iglesia”, dijo Lizardo. Entre las múltiples necesidades relevadas por la Embajada de los Estados Unidos en el país, hay unos 74.732 hogares donde hay sordos. Allí se descubrió que una de cada cuatro personas no cuenta con seguro médico, solo el 26,8 por ciento ha recibido educación primaria, y muchos no tienen empleo, dijo.

“Esto no se debe a que haya falta de capacitación sino a que son sordos, y es una gran oportunidad para que la iglesia establezca un centro vocacional en el puedan aprender varias habilidades técnicas o vocacionales en ubicaciones accesibles no importa en qué parte de la ciudad vivan”, dijo Lizardo.

Héctor Lizardo (sexto desde la izquierda) se acomoda junto al grupo de más de una veintena de hipoacúsicos, Guías Mayores e intérpretes, en una actividad con la comunidad sorda en la Plaza de la Cultura en Santo Domingo con motivo del día internacional de la sordera en noviembre de 2021. [Fotografía: Asociación Dominicana del Sureste]

Los líderes están trabajando para recaudar fondos que permitan garantizar el transporte a los cultos de quince sordos de toda la ciudad. Aunque el lugar de reunión tiene una capacidad máxima para sesenta personas, el plan es que la iglesia crezca y alquilar un local que pueda albergar a cien personas y, con el tiempo, construir un templo con muchas salas donde se enseñe el lenguaje de señas y cursos vocacionales.

Para involucrar a los miembros

El grupo está en fase de programa piloto con la finalidad de establecer más congregaciones en toda la isla, dijo Lizardo. “Nuestro sueño es que haya al menos una congregación en cada una de las asociaciones, como parte de tener una iglesia exclusiva para los sordos, pero también para incluir este grupo como parte de nuestra cultura de la iglesia y, con el tiempo, que cada iglesia sea accesible y atienda a los hipoacúsicos y a otros que sufren necesidades especiales”.

La congregación incluye a diez miembros voluntarios —la mayoría de ellos jóvenes de 13 a 25 años— que coordinan, dirigen los programas y se conectan con el grupo de hipoacúsicos cada semana. “Estamos preparándonos para recibir a niños y a adultos, y también para invitar a los que ciegos y sordomudos”, dijo Lizardo. El plan es abrir pronto Clubes de Aventureros y Conquistadores.

Un grupo de hipoacúsicos con quince intérpretes posa para una fotografía mientras hacen señas en el Camporí de Guías Mayores de la Asociación Dominicana del Sureste en el Campamento Brisas del Mar en Santo Domingo, República Dominicana, en noviembre de 2021. Fue la primera vez que un grupo de treinta sordos y quince intérpretes había asistido a un camporí de la iglesia. [Fotografía: Asociación Dominicana del Sureste]

“Todo lo que se ha logrado hasta ahora responde al llamado de Jesús de predicar el mensaje a cada persona, tribu, lengua y pueblo, para que todos tengan la oportunidad de ser herederos de las bendiciones de Dios”, dijo Lizardo. “Queremos continuar arrojando luz sobre este ministerio, y sumar a muchos miembros de iglesia para que participen en alcanzar a las personas de nuestras comunidades que tienen necesidades especiales”.

Traduccción de Marcos Paseggi

Top news

ADRA mejora la vida de los niños, de depósito en depósito y letrina en letrina
Adventistas dejan un impacto positivo en el GYD en las Islas de las Bahamas, Caimán, Turcos y Caicos
Primer Congreso de Misión Global 10/40 pide una ‘reorientación de la misión’