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El apoyo financiero de la agencia permitió la realización de actividades de ayuda humanitaria en todo el continente, dijeron los dirigentes.

10 de noviembre de 2021 | Por Andreas Mazza, División Intereuropea, ADRA Europa y Adventist Review

Desde el comienzo de la pandemia a principios de marzo de 2020, muchas personas en todo el mundo han experimentado temor, aislamiento, dolor y pérdida, además de un futuro incierto. Pero los equipos de la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA) Europa, juntamente con personas voluntarias de la iglesia, han respondido llevando esperanza, asistencia y permitiendo el prestar servicio a otros, “a fin de que todos puedan vivir como era la intención de Dios que vivieran”, según dice el lema de ADRA.

Estos equipos prestaron sus servicios de vanguardia al proveer refugio y alimento a personas sin hogar, apoyando servicios de atención a la salud y de salud mental, proveyendo educación y ayudando a personas vulnerables, dijeron los dirigentes de la organización.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró oficialmente una pandemia mundial el 11 de marzo de 2020. Esta crisis sin precedente creó una serie de dramáticos desafíos sociales. Los pobres y más vulnerables en la sociedad han sido grandemente afectados y aun los europeos de clase media se han visto obligados a buscar el apoyo social del gobierno.

Los empleados de las oficinas de ADRA Europa trabajan cada día con personas de países en desarrollo. La pandemia afectó severamente a esos países y millones de personas más que las usuales fueron empujadas a la extrema pobreza. Los equipos de ADRA Europa fueron llamados a actuar en forma muy rápida y organizada. Por toda la región, ADRA creó lazos de colaboración con iglesias locales, autoridades locales y otros socios a fin de apoyar a los más afectados en la sociedad.

Los equipos de ADRA de países donadores “más ricos”, respondieron fortaleciendo sus lazos de cooperación con sus gobiernos. De esta manera, reunieron fondos financieros para brindar asistencia a los países más pobres. Los equipos de ADRA, activos dentro de sus propios países, procuraron fondos adicionales para sus programas nacionales de respuesta a la crisis.

Además de proveer alimentos y otros servicios esenciales, ADRA apoyó a estudiantes con libros y materiales escolares en varios países durante la pandemia. [Imagen: ADRA Rumania]

La Estrategia

Todos los proyectos puestos en ejecución en Europa se llevaron a cabo en colaboración con la Iglesia Adventista del Séptimo Día, enfocando su atención en tres pilares principales.

Los dirigentes de ADRA informaron que estos tres pilares incluyeron educación, apoyando a los niños a obtener alguna instrucción aun cuando las escuelas estaban cerradas. Incluyó también el aspecto de salud, al organizar la distribución de equipo de protección personal y al proveer apoyo sicosocial. Finalmente, incluyó atención a la manutención de las personas al distribuir alimentos y vales o cupones de alimentos a familias y minorías necesitadas y a personas sin hogar.

Proyectos e impacto

La red ADRA comenzó con algunos proyectos iniciales en respuesta al brote del virus de COVID-19. Diecisiete países en Europa —nueve de ellos pertenecientes a la División Intereuropea—, recibieron de ADRA apoyo financiero para implementar actividades de asistencia. La unidad de manejo de emergencias de ADRA International, en los Estados Unidos, administró los fondos; y el manejo de las operaciones fue coordinado por ADRA Europa, en Bruselas, Bélgica. La mayoría de los proyectos fueron implementados entre marzo y diciembre de 2020.

“Uno de los propósitos primarios al apoyar  los 17 países con fondos financieros en la respuesta inicial, fue ayudarles a iniciar las actividades de asistencia inmediata y simultáneamente recaudar fondos para más acciones”, informaron los dirigentes de ADRA Europa. “Quince países de los diecisiete mencionados alcanzaron este blanco. Además, varios países recibieron apoyo financiero por parte de compañías y cinco de ellos fueron capaces de obtener fondos financieros públicos”.

Resultados de la intervención de ADRA

“ADRA prestó sus servicios en la línea de avanzada al proveer albergue y alimentos a personas sin hogar, al apoyar servicios de salud en general y de salud mental, al proveer educación y al ayudar a personas mayores de edad, jóvenes, niños y familias vulnerables en Europa y en todo el mundo”, informaron los dirigentes de ADRA Europa. “Ciertamente, estuvimos juntos en todo esto”, enfatizaron.

Al mismo tiempo —hicieron notar—, los empleados y voluntarios de ADRA no permanecieron en silencio. Los voluntarios y trabajadores de ADRA “hicieron un llamado a la solidaridad global en la forma de acceso a la educación igualitaria y de calidad para todos los estudiantes, de apoyo asistencial universal y de apoyo a las organizaciones civiles de la sociedad”.

ADRA Europa expresó su gratitud hacia cada uno que se involucró en estas iniciativas durante lo peor de la pandemia. “El equipo de ADRA Europa expresa su aprecio a cada empleado, voluntario y dirigente, por su dedicada y ardua labor, rápido ajuste, brillante sentido del humor, innovación y creatividad”, dice un comunicado de la Oficina de Prensa de ADRA Europa. “Sin embargo”, añade, “hay todavía un largo camino frente a nosotros. Los países en desarrollo más pobres enfrentan todavía más fuertes desafíos económicos y de salud en su larga jornada hacia la recuperación”. Y añade: “La solidaridad con los países en desarrollo es una decisión moral. El fracaso en manifestar esta prueba de solidaridad internacional dejará hondas heridas en países dejados a un lado, preparando con ello el camino para toda forma de extremismos y nuevas crisis  —desde pandemias a conflictos— que nos amenazarán a todos”.

El comunicado enfatizó también el aspecto humano de la respuesta durante la crisis. “El mundo y sus habitantes recibieron la dolorosa lección de una más profunda comprensión de los lazos humanos. Todos estamos interconectados y somos miembros de una familia humana”, añade. “Como cristianos adventistas del séptimo día y como equipos de ADRA, ponemos a las personas en primer lugar y lo continuaremos haciendo en los años por venir, porque estamos juntos en todo esto”.

La versión original de esta historia se publicó en el sitio de noticias de la División Intereuropea.

Traducción – Gloria A. Castrejón

 

    

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