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Seguir siendo fieles a los principios bíblicos mientras se cumple con el servicio militar puede llegar a ser uno de los desafíos más significativos que tiene que enfrentar un cristiano en tiempos de guerra. El desafíos es aún mayor cuando uno es parte de un ejército guerrillero. Esa fue la situación en la que se encontró un joven llamado Abraão, conocido también como “24”, en el país de Angola.

A pesar de ello, siguió siendo fiel a sus principios.

En 1993, cuando tenía solo 17 años, Abraão fue reclutado para el ejército. Fue enviado a la ciudad de Huambo, en Angola, que se encontraba bajo la ocupación de la Unión Nacional para la Independencia Total de Angola (UNITA). Después de cumplir la capacitación requerida, este exresidente de Calomanda Square fue asignado en la Unidad Antitanques de las ahora extintas Fuerzas Armadas para la Liberación de Angola (FALA). Esa era el ala armada de UNITA, uno de los partidos políticos más grandes de esa nación africana.

El excomandante angoleña Tito Carlos Lineha llegó a ser adventista gracias a la testificación silenciosa de uno de sus guardaespaldas. [Fotografía: cortesía de Michelo Mulambo, Noticias de la División de África Meridional y Océano Índico]

Al llegar, 24 fue designado como guardaespaldas del comandante Tito Carlos Lineha. Estar en el campamento militar trajo sus desafíos particulares a 24, y ser adventista en ese ambiente le resultó problemático. Los demás comenzaron a burlarse del Agente 24 porque no comía cerdo, y fue ridiculizado por rehusarse a trabajar en sábado, el día bíblico de reposo.

El joven adventista no permitió sin embargo que las burlas lo alteraran. Decidido a ser “fiel hasta la muerte”, vivió su vida de la manera en que lo había hecho antes de ser reclutado, manteniéndose fiel a los valores que le habían inculcado desde que era joven. La conducta de Abraão no pasó desapercibida, y con el tiempo se ganó el respeto de sus colegas.

En esa época, él no se había dado cuenta de que su vida había llegado a ser un “sermón andante” para sus colegas y su jefe. En silencio, el comandante Lineha había estado observando de qué manera Abraão se conducía en la vida.

Un incidente en particular le dejó una impresión duradera. Lineha tuvo que ausentarse y pasar un año en Francia. Antes de irse, dejó algunos artículos personales al cuidado de 24. Estos incluían dinero y pasta dental. Al regresar, Lineha se sorprendió al hallar todo tal cual lo había dejado. Aún el tubo de pasta dental no había sido tocado. Esos pequeños detalles serían el comienzo de un movimiento en su corazón que más tarde lo llevaría a la conversión.

“Lo que más me tocó fue que después de tantos meses alejado de casa, encontré el dinero y la pasta dental tal como los había dejado”, confesó Lineha. “Fue algo que inculcó en mí el deseo de unirme a la iglesia de 24”. A partir de ese día, Lineha comenzó a dar a 24 más libertad, y empezó a tratarlo diferente. Al fin de la guerra en 2002, los dos se separaron.

Años después, alguien invitó a Lineha a una Conferencia Bíblica. “Asistí con agrado porque era la iglesia de 24”, contó. Lineha fue bautizado en septiembre de 2009 en la Iglesia Adventista pero por años perdió contacto con su exguardaespaldas. Finalmente se reencontraron en 2020.

“Fui a verlo”, dijo Lineha. “Quería disculparme por cualquier maltrato que pueda haber sufrido bajo mi mando”.

Lineha es actualmente primer anciano de la Congregación Philadelphia, una de las tres iglesias adventistas más importantes de Menongue. Por medio de su influencia, cuatro personas han aceptado a Cristo como su Salvador personal. “Ahora quiero participar en la tarea de compartir este mensaje con otros”, expresó.

La versión original de esta noticia fue publicada en el sitio de noticiasde la División de África Meridional y Océano Índico.

Traducción de Marcos Paseggi

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