En Santa Cruz jóvenes adventistas donan fondos monetarios a comedor de servicio gratuito
El Pastor Robert Wakefield (centro), director ejecutivo del comedor gratuito My Brother’s Table (Mesa de mi hermano), ayuda llevando artículos de alimentación a la institución, en Frederiksted, St. Croix (Santa Cruz), Islas Vírgenes de Estados Unidos, el pasado mes, mientras que Sigorney Dorsey, directora de jóvenes adventistas (izquierda), Tanaya Loctar (segunda a la izquierda) y Violet Pilgrim (derecha) miembros de iglesia, ayudan en la entrega de provisiones. La clase juvenil de Escuela Sabática de la Iglesia Adventista Central donó fondos financieros para ayudar al comedor de beneficencia en la alimentación diaria de personas indigentes y necesitadas de la isla. [Imagen: Richard Dorsey]
Jóvenes de la Iglesia Central Adventista del Séptimo Día en St. Croix, Islas Vírgenes de Estados Unidos, deseaban hacer una diferencia en la vida de centenares de personas que visitan el comedor de beneficencia local en Frederiksted, durante la temporada de navidad. Los miembros de la clase de Escuela Sabática de jóvenes donaron de su propio dinero y recolectaron otras donaciones por la cantidad de US$ 750.00 a fin de proveer alimentos para ayudar a alimentar a personas necesitadas que regularmente visitan el comedor My Brother’s Table.
“La clase de Escuela Sabática ha estado buscando oportunidades de extender su ayuda a la comunidad”, dijo Vanley Pilgrin, el maestro de dicha clase. “Comenzamos con tres recomendaciones para prestar servicio a la comunidad; pero, por causa de las restricciones, tuvimos suerte de que el comedor My Brother’s Table nos diera la oportunidad de compartir”. Se pidió a los miembros de la clase que hicieran donaciones a fin de prestar asistencia al proyecto humanitario.
El comedor de beneficencia My Brother’s Table, es un centro en donde las personas pueden llegar para gustar de una comida gratuita y gozar de la compañía de otros. Durante unas cuantas horas, las personas conversan con conocidos, interactúan y son tratadas con dignidad, a pesar de su situación en la vida y pueden salir de ahí con renovada confianza en sí mismas.
El maestro de la clase de Escuela Sabática, Vanley Pilgrim (izquierda), entrega platos desechables a la cocinera del comedor de beneficencia My Brother’s Table, el mes pasado. [Imagen: Asociación Norte del Caribe]
La chef Carty añadió: “Cada día, entre las 12 del mediodía y la una de la tarde, las personas necesitadas pueden llegar aquí y recibir una comida gratuita. Desde la pandemia de COVID-19, las comidas se preparan para llevar, pero eso no significa que las personas no disfruten de esas comidas. En la calle, viven una vida realmente difícil y esperan anhelosamente poder almorzar aquí, que es un lugar seguro y consistente en donde se pueden sentar y comer”.
“La donación por parte de la clase de Escuela Sabática de jóvenes se incrementó por parte del departamento de jóvenes adventistas de la iglesia, a fin de maximizar el apoyo de tal iniciativa”, dijo Sigorney Dorsey, directora de Jóvenes Adventistas de la Iglesia Adventista Central. “Se trata de asegurarnos de que nuestra comunidad vea que nos preocupamos por la comunidad y que estamos conectados con todas las necesidades que nos rodean”.
El nuevo centro comunitario de la Iglesia Adventista Central en St. Croix (Santa Cruz), Islas Vírgenes de Estados Unidos, será el local en donde se van a proveer alimentos y comidas calientes cada cuarto jueves de cada mes, comenzando en el mes de febrero. [Imagen: Asociación Norte del Caribe]
“Este año estaremos lanzando nuestra iniciativa de impacto en la comunidad llamada Caring Beyond The Pews@CentralSDA” (Prestando servicio más allá de las bancas de la iglesia), dijo el Pastor Rose el mes pasado. El programa dará inicio el 25 de febrero de 2021 y se llevará a cabo cada cuarto jueves de cada mes. “Estaremos preparando y sirviendo una comida caliente y distribuyendo paquetes de artículos a personas necesitadas, a los pobres y personas que viven en la calle, así como abriendo las puertas durante ese día para que las personas que así lo deseen puedan venir, darse un baño y recibir ropa de parte de nuestro departamento de servicio a la comunidad”.
La iglesia había construido un Centro de Servicio a la Comunidad para ese propósito, pero la pandemia de coronavirus hizo que se retrasaran los planes de ese proyecto, dijo el Pastor Rose. “Este proyecto particular inspiró a nuestra iglesia a desempeñar su papel y misión en esta parte de la viña, a revaluar su llamado y a mirar más seriamente el hecho de ir más allá de las bancas de la iglesia”.
El centro comunitario cuenta con una gran cocina comercial que comenzará a ser usada para alimentar a docenas de personas cada mes.
Traducción – Gloria A. Castrejón