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9 de octubre 2020 | Silver Spring, Maryland, Estados Unidos | Por Ted N.C. Wilson

¡Saludos amigos!

Hoy, en nuestro breve tiempo juntos, analizaremos un tema muy importante: la Palabra de Dios.

El salmista dice en el Salmo 119:105, “Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino”.

Y verdaderamente, es a través de la Palabra de Dios, la Biblia, que se nos da dirección, aliento e instrucción para hoy.

Desafortunadamente, una de las batallas más grandes que enfrentaremos será por la autoridad de la Palabra de Dios. El enemigo siempre ha odiado la Palabra de Dios y hace todo lo posible para neutralizar su efecto porque sabe lo importante que es para nosotros estar conectados con Dios, por Su Espíritu Santo, a través de Su Palabra, ¡la Biblia!

El mundo que nos rodea se está desmoronando literalmente. La gente está angustiada por la inseguridad y por seguridad personal, preguntándose ¿qué evento horrible continuará?

Lo desconocido se ha convertido en un enemigo. La gente no cree que el mundo que les rodea va en la dirección correcta, ¡y tienen razón! Realmente estamos viviendo en el fin de los tiempos según la profecía.

Lo que se necesita no es una solución política, militar o social, sino el retorno a un fundamento seguro: La Palabra segura de Dios.

Poco antes de su martirio, el apóstol Pedro compartió un tremendo aliento con respecto a la certeza de Dios y Su Palabra.

En 2 Pedro 1:15 leemos, » También yo procuraré con diligencia que después de mi partida vosotros podáis en todo momento tener memoria de estas cosas.»            ¡Dios siempre quiere que tengamos una comprensión clara del panorama general y la seguridad de nuestra salvación a través de la vida y la gracia de Cristo!

En el versículo 16 de la carta de Pedro leemos esta maravillosa seguridad: «Porque no os hemos dado a conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo siguiendo fábulas artificiosas, sino como habiendo visto con nuestros propios ojos su majestad.«.

¡En esta era de incertidumbre, la Palabra y las instrucciones de Dios son verdaderas y fieles!

En los versículos 17 y 18 leemos, “Pues cuando él recibió de Dios Padre honra y gloria, le fue enviada desde la magnífica gloria una voz que decía: Este es mi Hijo amado, en el cual tengo complacencia. Y nosotros oímos esta voz enviada del cielo, cuando estábamos con él en el monte santo.”

Pedro afirma la Palabra a través de un relato personal audible y visual. ¿Cuán personal es nuestra afirmación de la obra de Cristo en nuestro propio corazón?

El versículo 19 leemos: » Tenemos también la palabra profética más segura”, dice la versión Reina Valera,… “a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones;”

La “Palabra confirmada” o la Palabra “segura” de Dios siempre ha sido una luz que brilla en un lugar oscuro y hoy día, lo es aún más.

La Palabra de Dios, la Biblia, tiene autoridad. Es nuestro manual para la vida, no solo algo para poner en la mesa, en la sala de estar o para estudiar solo con fines académicos. Es mucho más que una colección de recomendaciones o comentarios interesantes; es la Palabra segura de Dios y tiene autoridad celestial.

Pedro continúa diciendo, en los versículos 20 y 21  “Entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.”.

La gente siempre ha necesitado una base segura. La “palabra profética segura” es algo con lo que tú y yo podemos contar.

Se necesita hoy más que nunca y será la única fuente de consuelo y esperanza para el futuro, ya que apunta al mensaje del Evangelio: Cristo, Su justicia, Su salvación, Su ministerio en el lugar santísimo del santuario celestial y Su redención final de Su pueblo en Su segunda venida.

La Biblia ofrece la única esperanza para el futuro. Es nuestro enorme privilegio compartirla a través del poder del Espíritu Santo.

Amigos, hoy quiero alentarles, sin importar dónde vivan o cuán ocupados estén, a tomarse un tiempo para orar y estudiar la Palabra de Dios.

La Biblia está llena de sabiduría, guía y seguridad para hoy.

En el libro La Educación, p. 234, leemos este consejo muy oportuno: “Se está apoderando del mundo un afán nunca visto. En las diversiones, en la acumulación de dinero, en la lucha por el poder, hasta en la lucha por la existencia, hay una fuerza terrible que embarga el cuerpo, la mente y el alma. En medio de esta precipitación enloquecedora, habla Dios. Nos invita a apartarnos y tener comunión con él. “Estad quietos, y conoced que yo soy Dios” {ED 234.3}

Permítanme orar con ustedes ahora mismo. Padre celestial. Gracias por la Palabra de Dios. Eso nos da un sentido breve. Nos da un fundamento seguro, Señor, gracias porque podemos apartarnos y podemos tener comunión contigo a través de la oración, a través de la lectura de tu palabra, y al compartir el espíritu de profecía como instrucción para nuestras vidas. Señor, nos encomendamos a tu cuidado.

Ahora pedimos tu bendición en todo lo que hacemos. Señor, ayúdanos a permanecer seguros y afirmados en Tu maravillosa verdad. Gracias por escucharnos. En el nombre de Jesús, Amén

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