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3 de febrero de 2020 | Silver Spring, Maryland, Estados Unidos | por: Ted N. C. Wilson

Se hizo disponible para su distribución el siguiente mensaje procedente de la Oficina del presidente de la Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día  -Los Editores

Les hago un llamado a orar a todo lo largo del mundo, por motivo del gran desafío actual de salud, principalmente en la grande ciudad de Wuhan, en la provincia Hubei, en China, en donde se ha hecho todo tipo de esfuerzo para contener y erradicar el coronavirus. Varios miles de personas han contraído este desafiante virus y, tristemente, algunos han muerto por esta causa. El gobierno de China está haciendo una admirable labor al tratar de contener la propagación de este brote. Se les ha pedido a nuestras iglesias adventistas y a otras iglesias en Wuhan, que no abran sus puertas para celebrar servicios religiosos, a fin de prevenir la propagación de la enfermedad. Varios casos se han ya identificado en otras partes del mundo.

Se han tomado precauciones en muchos lugares para contener la transmisión de este virus. Oren por favor por los dirigentes de salud en China que han estado llevando a cabo intensos y considerables esfuerzos para poner fin a esta crítica situación de salud. Oren por la gente en China, al tratar de protegerse de este virus. Oren por los dirigentes y miembros de nuestra iglesia en China y por su salud, así como también por los esfuerzos de la iglesia para ayudar en esta situación, a través de los miembros de iglesia, como resultado de la obra del Espíritu Santo en ellos a través de Todo Miembro Involucrado. Oren por la ayuda que se está contemplando por parte de ADRA China y ADRA Asia. Oren por las familias que ya han perdido seres amados. Oren por la mano sanadora de Dios sobre aquellos que han contraído el coronavirus en China y en cualquier otra parte del mundo. Oremos por el poder redentor de Dios, al presentarse ante todo el mundo al Divino y Gran Médico.

Qué gran bendición el poder confiarnos completamente en Cristo mientras nos guía a nuestro hogar eterno, en donde ya no habrá más desafíos de salud. Hasta entonces, oremos y esforcémonos en ayudar a otros como lo haría Cristo, todo a través de su gran poder.

Ted N. C. Wilson
Presidente
Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día

Traducción – Gloria A Castrejón

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