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Más de dos mil personas asistieron a la convención anual de Maranatha Volunteers Internacional en Sacramento, California, Estados Unidos, del 19-21 de septiembre de 2019. En 2019, Maranatha está celebrando cincuenta años de servicio. Fotografía: Tom Lloyd, Maranatha Volunteers Internacional

Fue tiempo de rememorar y agradecer pero también de mirar hacia adelante, cuando más de dos mil voluntarios, partidarios y amigos se reunieron para celebrar el 50° aniversario de Maranatha Volunteers Internacional en Sacramento, California, Estados Unidos, del 19-21 de septiembre de 2019.

El ministerio de apoyo de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, que coordina y patrocina proyectos de construcción de iglesias y escuelas y establecimiento de pozos de agua en diversas partes del mundo, aprovechó al máximo su convención anual para repasar la historia de lo que los líderes denominaron “La conducción divina a través de los años”.

“Una cosa que no ha cambiado en cinco décadas”, dijo el presidente de Maranatha Don Noble, “es que Dios es fiel. Él ha sido fiel con Maranatha. Hemos visto su mano vez tras vez”.

Cifras que impresionan

Los resultados de las iniciativas de Maranatha son muchas y fáciles de ver. En las cinco décadas desde que John Freeman organizó el primer viaje misionero para familiares y amigos a las Bahamas, Maranatha ha llevado a cabo su visión con distinción, dijeron los líderes y voluntarios.

El viernes 20 de septiembre de 2019 por la mañana, las actividades en grupos pequeños ayudaron a que los voluntarios y partidarios de Maranatha reflexionaran y se conectaran con diferentes generaciones, durante la convención anual del ministerio, dijeron los líderes. Fotografía: Tom Lloyd, Maranatha Volunteers Internacional

Las cifras del ministerio son impresionantes. Desde 1969, Maranatha ha empleado a más de 85 mil voluntarios como parte de 2170 equipos misioneros en 88 países. En esos proyectos, Maranatha ha erigido 11.229 nuevas estructuras y cavado más de mil pozos de agua. En total, construyó 9079 iglesias y 3110 salones de clase, para una superficie total de 13.123.731 (aproximadamente 1.219.235 metros cuadrados).

Las cifras, sin embargo, no cuentan toda la historia, dado que Maranatha no solo se refiere a edificios sino a la transformación de vidas individuales y de la comunidad de la iglesia en general.

“Ha sido probado vez tras vez”, dijo Noble, “que después de que Maranatha comienza a trabajar en un país, la iglesia en general crece”.

La presencia de Maranatha también revitaliza a los miembros de las iglesias locales, dijo Samuel Makori, presidente de la Iglesia Adventista en Kenia Oriental.

Christian Edition, un coro de hombres de Glendale, California, Estados Unidos, ofreció momentos de alabanza y adoración, durante el fin de semana de celebración del quincuagésimo aniversario, en la convención anual de Maranatha. Fotografía: Tom Lloyd, Maranatha Volunteers Internacional

“He visto que gracias a Maranatha, los individuos y las iglesias dejan lo que les resulta cómodo y se dirigen a ayudar en las zonas rurales. [El servicio de Maranatha] es una motivación para nuestros miembros”, expresó.

Desafíos para el futuro

El servicio de Maranatha, sin embargo, no carece de su propio conjunto de desafíos. Maranatha fue lanzado en una era cuando los ministerios de apoyo de la Iglesia Adventista —los que son financiados por donaciones privadas y no por subvenciones de la organización de la iglesia— eran pocos. En décadas recientes, el número de esos ministerios ha crecido. Maranatha enfrenta la pregunta: ¿Cómo destacarse entre las muchas opciones de ministerios para apoyar que tienen los miembros de iglesia?

“Creo que las necesidades son muchas, y que hay oportunidades de que todos encuentren un lugar donde servir”, dijo Kenneth Weiss, vicepresidente ejecutivo de Maranatha. “En lo que respecta a Maranatha, la gestión del ministerio es sumamente transparente; es una opción donde se pueden ver resultados, y se los ve en poco tiempo”. Mediante esfuerzos cuidadosamente coordinados, los voluntarios de Maranatha suelen irrumpir en un lugar y construir un templo o salones de clase en pocos días.

Por otro lado, los “pioneros” de Maranatha, o aquellos que ayudaron a que el ministerio creciera durante su primera década, están falleciendo, reconocieron los líderes del ministerio, y Maranatha necesita llegar a las nuevas generaciones para que su grupo de partidarios siga siendo saludable y activo.

El presidente de la Iglesia Adventista en Cuba, el pastor Aldo Pérez (izquierda), agradece a Maranatha Volunteers Internacional por su apoyo desde que el ministerio ingresó por primera vez al país en 1994, mientras que Kenneth Weiss, vicepresidente ejecutivo de Maranatha, oficia de intérprete. “No hay duda de que Dios ha usado a Maranatha para su gloria”, dijo Pérez. Fotografía: Tom Lloyd, Maranatha Volunteers Internacional

“En las siguientes décadas, el desafío será involucrar a las nuevas generaciones para que apoyen un ministerio de esta naturaleza”, reconoció Weiss. “Al mismo tiempo, cuando Maranatha comenzó, era apoyado en su mayor parte por jóvenes, por un lado, y por jubilados, por otro”, explicó. “Ahora las cosas están más equilibradas, dado que muchas familias de mediana edad se están involucrando e invirtiendo en este ministerio”.

Parte de esta tendencia acaso es resultado del éxito de los proyectos para familias que tiene Maranatha, que involucran a familias completas en breves períodos de construcción en diversas partes del mundo. Al mismo tiempo, otras iniciativas como Ultimate Workout, que apunta exclusivamente a adolescentes, hacen que los padres se involucren en apoyar al ministerio.

“Los proyectos para familias son muy populares”, dijo Weiss. “Cuando abrimos la inscripción para un proyecto específico, suele llenarse bastante rápido. Y los que ya han participado una vez son los mejores promotores, porque ven que Maranatha les cambia la vida a ellos y también a otras personas”.

Testimonios emocionantes

En la convención anual en Sacramento, los participantes tuvieron una muestra de la transformación poderosa que permite Maranatha, tanto en los jóvenes como en los viejos. Además de los seminarios el viernes por la mañana sobre temas como liderazgo, administración de la herencia y otros temas, y de momentos inspiradores de alabanza y adoración durante todo el fin de semana, los voluntarios compartieron testimonios emocionantes sobre su participación con Maranatha. Desde la familia de duelo, buscando recuperarse de la muerte de una hija, hasta la adolescente en lucha contra un trastorno de la alimentación, y hasta el matrimonio que regresó a la iglesia después de muchos años, Maranatha fomenta el servicio como una manera de hallar significación, realización y renovación espiritual en el servicio a los demás.

Voluntarios y partidarios de Maranatha siguen el programa del fin de semana, durante la convención anual del ministerio en Sacramento. Maranatha Volunteers Internacional cumple cincuenta años este año. Fotografía: Tom Lloyd, Maranatha Volunteers Internacional

Varios líderes de la iglesia también expresaron sus saludos y testimonios a la convención, enfatizando de qué manera Maranatha contribuyó al crecimiento de la Iglesia Adventista, al proveer templos atractivos, salones de clase cómodos, y esenciales pozos de agua allí donde se necesitaban.

Un líder que enfatizó este punto fue Daniel Fontaine, expresidente de la Iglesia Adventista en Cuba.

“Maranatha ha sido una bendición para Cuba”, dijo Fontaine, que contó de qué manera el ministerio transformó la imagen de la iglesia en ese país después de que comenzó a trabajar allí en 1994. “Para ir a Cuba”, dijo, “se necesita mostrar fe y confianza en Dios. Los comienzos de Maranatha en Cuba presentaron grandes desafíos”.

Fontaine explicó que en cierto momento, Maranatha estuvo a punto de dejar Cuba debido a los desafíos.

“Los líderes dijeron: ‘Si en un año no resolvemos estas cuestiones, nos iremos’”, contó Fontaine. “Pero han pasado 25 años, y el apoyo de Maranatha ha transformado la iglesia y ayudado a que se multiplique la feligresía”.

El presidente actual de la Iglesia Adventista en Cuba, el pastor Aldo Pérez, se mostró de acuerdo.

“Maranatha es como un médico que ha venido a aliviar los dolores de crecimiento en Cuba”, expresó. “No hay duda de que Dios está usando a Maranatha para su gloria. Y los frutos del servicio [de Maranatha] solo se verán en la eternidad”.

Qué es lo que falta

A pesar de los logros impresionantes de Maranatha, aún hay mucho por hacer, dijo Kyle Fiess, vicepresidente de proyectos de Maranatha. Fiess contó detalles del trabajo de Maranatha en Zambia, un país donde, según las últimas estadísticas, una persona de cada doce es adventistas del séptimo día.

“En 2018, los líderes de la iglesia le pidieron ayuda a Maranatha en el norte de Zambia, una región donde hay más de tres mil congregaciones que no tienen un lugar donde reunirse”, dijo Fiess. “Ahora que Maranatha está allí, para fines de este año, habremos construido ochenta iglesias. Pero es solo una gota en un cubo”, reconoció Fiess.

A la luz de los desafíos actuales, la clave es involucrarse, dijo Gilberto Araujo, presidente de Maranatha en Costa de Marfil. Maranatha está planificando su primer proyecto en ese país para febrero de 2020, y Araujo dijo que se siente entusiasmado al pensar en las posibilidades.

“Queremos ver qué puede hacer el Señor junto con ustedes allí”, dijo Araujo al invitar a los presentes para que se registren para el proyecto de Costa de Marfil. “No queremos escuchar historias; queremos llegar a ser historias junto con ustedes”, expresó.

Traducción de Marcos Paseggi

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