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Esta fotografía durante el brote de Ébola 2014-2015 en África Occidental muestra a personal de ADRA en el proceso de desinfectar ambulancias y artículos domésticos de los pacientes con Ébola. ADRA continúa brindando apoyo y asistencia a las personas afectadas por el Ébola, en esta ocasión en la República Democrática del Congo. Fotografía de la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales

La Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA), el brazo humanitario de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, ha estado trabajando en la República Democrática del Congo desde 1984. Durante ese tiempo, el equipo ha respondido al virus del Ébola que ha azotado al país en diez ocasiones. Se dice que el brote más reciente, que se inició en agosto de 2018, es el más largo y el segundo más grande en afectar hasta el momento a ese país.

ADRA ha estado brindando apoyo por medio de la distribución de agua pura, apoyo sanitario e instrucción sobre las mejores prácticas de higiene. Los más vulnerables de la población, que enfrentan necesidades extremas durante la epidemia, son los niños y las mujeres, a quienes ADRA se ha comprometido a servir.

Perspectiva general de la crisis

A menos que se contenga el brote para agosto de 2019, se espera que la República Democrática del Congo declare en ese mes que la epidemia de Ébola ha durado un año desde el tratamiento del primer caso.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), una agencia de las Naciones Unidas que se dedica a la salud pública internacional, tomó la decisión oficial de afirmar que la enfermedad del Ébola se había convertido en una crisis global de salud en la República Democrática del Congo, y que se necesitaba ayuda humanitaria adicional para contener el virus.

Desde que comenzó el brote actual en 2018, se han confirmado más de 1700 muertes, la infección de más de 2500 personas, y se cree que otras 17 mil han estado en contacto con el virus.

Las vacunaciones, según la OMS, ayudan a minimizar la diseminación o exposición de la enfermedad, pero debido a un conflicto continuado y a la resistencia de la comunidad en parte debido a la pobreza, la información errónea, las prácticas culturales y la marginalización, el brote ha sido difícil de contener para los obreros de avanzada.

En total, más de mil residentes de la ciudad de Goma han recibido vacunas, y más de 163 mil personas de la República Democrática del Congo han sido vacunadas desde agosto de 2018.

En la provincia de Ituri, se ha informado que más de 300 mil personas han sido desplazadas dentro del país. Eso significa que niños, madres y padres se vieron forzados a huir de sus hogares debido al conflicto pero permanecen dentro de las fronteras del país. Esto hace que a los obreros asistenciales les resulte más difícil rastrear a las personas que están en cuarentena. También ha habido informes de fuerzas armadas rebeldes que han chocado con las autoridades locales y las unidades de salud que están tratando de brindar ayuda a los necesitados.

La respuesta de ADRA al Ébola

En la República Democrática del Congo, ADRA tiene subsedes en 17 provincias del país (seis de ellas en Kivu Norte e Ituri), y en el presente, se ha asociado con otras organizaciones humanitarias y autoridades locales para implementar un programa de trabajo por alimento, que busca ayudar a las comunidades más afectadas por la epidemia.

“Nuestra principal prioridad es trabajar con los líderes de la comunidad para que nos ayuden a cultivar la confianza y participar con las comunidades. Queremos salvar cualquier brecha de atención para que podamos ofrecer ayuda humanitaria”, dijo Mario Oliveira, director de respuesta a emergencias de ADRA.

En el presente, ADRA ha desarrollado un programa de alimentación infantil con ayuda de la UNICEF para trabajar en zonas de atención de salud en Katwa, Butembo, Beni, Mabalako y Oicha en la provincia de Kivu Norte.

“El principal objetivo de esta respuesta de emergencia es reducir el riesgo de la desnutrición entre los niños y jóvenes de 26 o menos, y las mujeres embarazadas y que amamantan que se han visto afectadas por el virus del Ébola”, dijo Oliveira.

El proyecto, según ADRA en la República Democrática del Congo, incluye establecer rincones para amamantar en los centros de tratamiento y centros de salud, para los niños de hasta dos años. El proyecto está enfocado mayormente en los niños que se ven privados de la leche materna cuando la madre se enferma y tiene que ser hospitalizada.

ADRA contó que la iniciativa también incluye adquirir los artículos necesarios para amamantar a los infantes; la capacitación de asistentes psicosociales y de nutrición, lo que incluye el personal de ADRA, la alimentación de emergencia de los infantes y los niños pequeños; y la capacitación de enfermeras profesionales para que transmitan las comunicaciones sobre el control de la infección y los métodos de prevención a los pacientes en las zonas de salud. ADRA informó que también está trabajando para crear conciencia en las comunidades de los factores de riesgo y medidas preventivas de transmisión del virus del Ébola.

Mediante sus esfuerzos, hasta la fecha, ADRA ha alcanzado a más de 170 mil beneficiarios por medio de actividades de prevención y movilización comunitaria. Se necesita aún trabajar más, cree Oliveira, para contener el virus.

“El brote de Ébola finalmente será contenido, pero es de esperar que sea antes de que la situación empeore mucho más y se esparza más allá de las fronteras”, dijo Oliveira.

ADRA está cultivando relaciones y coordinando con socios del lugar para buscar oportunidades adicionales de ayudar a luchar contra la diseminación de la enfermedad, dijeron los líderes.

Traducción de Marcos Paseggi

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