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Emmanuel Guimarães, secretario ejecutivo de la Unión Asociación Central Brasileña (izquierda) toma una autofoto con algunos pastores, ancianos de iglesia, y miembros que iglesia que han regresado, mostrando las túnicas bautismales dadas a algunos exmiembros como invitación tangible de regresar a la familia de la iglesia. Fotografía: Unión Asociación Central Brasileña

9 de abril de 2019 | Silver Spring, Maryland, Estados Unidos |

No hay forma de esquivar el problema.

Los datos muestran que a pesar del número creciente de personas que deciden ser parte de los 21 millones de miembros de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, el índice neto de pérdida de miembros es alto —cuatro de cada diez miembros nuevos están dejando la iglesia, según David Trim, director de la Secretaría de Archivos, Estadísticas e Investigaciones de la Iglesia Adventista.

¿El principal problema? “Los miembros de iglesia no se aman entre sí”, dijo Trim en su presentación en la Cumbre de Discipulado y Retención 2019 en la sede central de la iglesia el pasado 7 de abril. “Muchas congregaciones tienen un alto nivel de conflictos que parece alejar a las personas”.

Según Trim, las investigaciones muestran que la mayoría de los adventistas que dejan de asistir a la iglesia no se dedica a incorporarse a otra denominación, y muchos siguen interesados en lo que está sucediendo en la iglesia.

“Muchos [exmiembros] están esperando que nos acerquemos y les demostremos amor, con el amor del pastor de ovejas y el padre de Lucas 15”, expresó, en referencia a algunas de las parábolas más conocidas de Jesús. “Más de tres cuartas partes están abiertos a reconectarse con la iglesia si se lo hace de manera apropiada”.

La página introductoria del sitio web del Projeto Reencontro (Proyecto Reencuentro) de la División Sudamericana, con “La alegría del reencuentro” como el lema escogido para 2019. El Proyecto Reencuentro es un plan internacional de capacitar a los miembros de iglesia para que se acerquen e inviten a exmiembros a regresar a la iglesia. Fotografía: División Sudamericana

Dando muestras de que están pasando de las palabras a la acción, varias regiones de la iglesia están implementando programas que buscan conectar e invitar a los exmiembros de regreso a la iglesia.

La recuperación de exmiembros

Quizá ninguna región ha tenido más éxito a la hora de recuperar exmiembros que la División Sudamericana (SAD). Según estadísticas regionales, en el período 2014-2018, 154.202 exmiembros regresaron a la iglesia en la región. Esto representa el 12,9 por ciento de los bautismos totales, informó Magdiel Pérez Schulz, actual asistente del presidente de la Iglesia Adventista, que trabajó en la División Sudamericana antes de llegar a trabajar en la sede de la iglesia mundial. En la Unión Asociación Central Brasileña (CBUC), el 18,2 por ciento de los bautismos es de miembros rebautizados, añadió Emmanuel Guimarães, secretario ejecutivo de la CBUC.

Esto no es resultado de la casualidad sino de la oración ferviente y una planificación cuidadosa, dijeron los líderes de la División Sudamericana.

Guimarães contó que los líderes de la iglesia encuestaron a los miembros rebautizados, preguntándoles: “¿Cuál fue el factor decisivo más fuerte que le ayudó a tomar la decisión de regresar?” El factor más importante fue “descubrir que alguien oraba por ellos, [y] hallar alguien que realmente se interesaba en ellos”.

La pregunta es, entonces, cómo pueden hacer los miembros para recuperar a los miembros que han dejado la iglesia, dijo Guimarães. Los líderes de la División Sudamericana compartieron algunos de los métodos que han implementado con éxito en la región.

Túnicas bautismales y mucho amor

Hace un par de años, un adventista que es dueño de un restaurante y predicador laico en San Pablo, Brasil, tuvo una idea. Al ver que muchos que asistían a sus reuniones de evangelización eran exmiembros de iglesia, decidió darles una invitación tangible para regresar. Al final de sus mensajes, cada exmiembro recibió gratuitamente una túnica bautismal con la sugerencia: “Guárdela para el día en que esté listo para regresar y ser rebautizado”.

Guimarães dijo que algunas de esas túnicas quedaron sin usar en un clóset durante semanas, meses o aun un año. Con el tiempo, sin embargo, llegó el día en que fueron usadas.

A partir de esos comienzos impulsados por el laico, la iniciativa ha florecido también en otras regiones, informó el presidente de la División Sudamericana Erton Köhler a Adventist Review. Hace poco, una región de Brasil solicitó ocho mil túnicas para distribuirlas entre exmiembros, contó.

El programa evolucionó hasta convertirse en una iniciativa más intencional, dijo Köhler. “En el presente, muchos miembros de iglesia reciben una túnica bautismal que pueden envolver y personalizar para entregar como regalo a un exmiembro”, contó. “Cuando un miembro de iglesia visita un exmiembro, le entrega a la persona la túnica bautismal y la invita a regresar”.

Y hay todavía más, añadió Köhler. “Esa tunica bautismal no es para que el miembro [que regresa] se la guarde, porque cuando el miembro se rebautiza, se lo invita a entregar esa misma túnica a otro exmiembro”, dijo.

Planificación intencional

Los líderes de la iglesia están de acuerdo en que cualquier iniciativa exitosa de recuperación de miembros requiere de una planificación cuidadosa y deliberada. Ese es el impulso detrás del Projeto Reencontro (Proyecto Reencuentro), un plan paso a paso que la División Sudamericana ha implementado para capacitar a los miembros de iglesia para que alcancen a los miembros que se han alejado y ya no vienen más a la iglesia.

Según Pérez Schulz, la iniciativa Reencontro incluye una estrategia intencional para que los miembros de iglesia participen. “Requiere la capacitación de los que dan la bienvenida a la iglesia, los diáconos y los ancianos, para que se muestren cálidos y amigables, y jamás críticos [cuandos los exmiembros comienzan a asistir nuevamente]”, dijo. Entre otras cosas, “también incluye hacer que los miembros que regresan se involucren inmediatamente en la vida de la iglesia”.

La región ha desarrollado un número de recursos, lo que incluye un folleto para los miembros actuales, explicando a qué se refiere este ministerio de recuperación, y tarjetas de invitación personalizadas. Una vez al año, se lleva a cabo un Sábado de Reunión especial, y se invita a los exmiembros a esa festividad.

“El sermón de ese día suele referirse a cuán bueno es ser parte de la familia de Dios”, dijo Pérez Schulz.

Finalmente, la región está filmando historias de éxito (esas historias personales de personas que regresaron a la iglesia después de que un miembro oró y se acercó a ellos) como manera de alentar a otros exmiembros para que sigan su ejemplo, explicó Pérez Schulz.

“Cuando [los exmiembros] miran esos videos, se emocionan hasta en lo más íntimo y se sienten más dispuestos a darle a la iglesia una segunda oportunidad”, dijo.

Traducción: Marcos Paseggi

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