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25 de abril de 2019 | Silver Spring, Maryland, Estados Unidos | Larry R. Evans, Ministerios de Necesidades Especiales

Denominado a veces como “Ministerios de Necesidades Especiales”, los que sirven en esta secretaría de la Iglesia Adventista del Séptimo Día prefieren en realidad un término más descriptivo denominado “Ministerios de las Posibilidades”. El lema de este ministerio lo expresa bien: “Todos son talentosos, necesitados y apreciados”.

Ya no más discapacitados

Durante décadas, se ha referido a los que no pueden ver, escuchar, caminar o comunicarse como la mayoría como “discapacitados”. Aunque es importante reconocer nuestras propias limitaciones, ser identificados de esta manera puede tener un efecto limitante sobre la autopercepción de la persona. Su horizonte puede verse limitado, y esto puede producirse de diversas maneras.

En primer lugar, se les recuerda a los que reciben esa “identidad discapacitada” lo que no pueden hacer. Pero cuando aprenden que sus vidas son significativas a la vista de Dios, y que cada persona tiene un propósito, comienzan a ver el futuro de manera diferente. El futuro cambia desde una perspectiva de imposibilidad a una de posibilidad. Su forma de pensar cambia. Ya no se basa en un modelo de escasez, fracaso o vergüenza. Con Dios, la vida tiene que ver más con las posibilidades que con las imposibilidades.

En segundo lugar, es probable que los que vean a otros como “discapacitados” vean más montañas de dificultades que un oasis de posibilidades. Esto no busca sugerir que deberíamos negar las tragedias, pero sí sugiere que es necesario abrazar los desafíos de la vida, sabiendo que Dios puede redimirnos por nuestro bien. Hace unas décadas, se expresó un importante principio transformador de la siguiente manera: “Todo el ama a Dios con sinceridad y verdad amará las almas por las cuales Cristo murió. Si deseamos hacer bien a las almas, nuestro éxito con esas almas guardará proporción con la creencia de ellos en nuestra creencia y aprecio por ellos.1 Más allá del desafío, deberíamos tener diálogos más profundos sobre lo que es posible.

En tercer lugar, una etiqueta semejante implica que otros no poseen una discapacidad propia. La verdad es que todos estamos de alguna manera quebrantados y necesitados también de sanación. Se ha informado que el 25 por ciento de todas las familias está afectado por la discapacidad, y que cada uno de ellos lucha con preguntas tales como: “¿Por qué yo? ¿Por qué nosotros? ¿Cómo permitió Dios que sucediera esto? ¿Va a arreglar esta situación?”2 Si bien es verdad que los Ministerios de Posibilidades se enfoca en áreas específicas de preocupación de lo que suelen llamarse discapacidades, lo hace reconociendo que todos enfrentamos desafíos en la vida. En efecto, todos estamos de alguna manera “quebrantados”. Nadie debería ser dejado alguna vez que viaje solo. Nos necesitamos mutuamente. Es por ello que hemos añadido el llamado particular a los cuidadores como una parte importante de Ministerios de Necesidades Especiales.

Juntos, con la conducción de Dios, podemos comenzar una travesía hacia una plenitud más grande que abra puertas para aún mayores posibilidades.

Ministerios de Posibilidades

Los Ministerios de Posibilidades comienzan con la creencia básica de que todos somos creados a imagen de Dios más allá de nuestras limitaciones. Comienza con la premisa de que cada persona tiene que recibir la oportunidad no solo de aceptar a Cristo sino también de compartir a Cristo con los demás. En ocasiones, puede que sea necesario “hablar por los que no pueden hablar por sí mismos” (Prov. 31:8). Lo hacemos porque demasiado a menudo, vidas llenas de posibilidades no reciben oportunidades de crecer desarrollarse y contribuir.

Se dice a menudo que “tenemos que darles una porción del pastel”, como una manera de mostrar reconocimiento e inclusión. Sin embargo, este puede resultar un enfoque limitante. Separa una “porción del pastel” de “todo el pastel”. Los Ministerios de Posibilidades reconocen la singularidad, pero no a expensas de perder un sentido de inclusión, un sentimiento de pertenencia. El lema de este ministerio lo deja en claro: “Todos son talentosos, necesitados y apreciados”. Cuando todos son incluidos, todos llegan a ser líderes y, por lo tanto, juntos podemos “compartir todo el pastel”.

Juntos somos comunidad. Somos la iglesia. Juntos vemos de manera diferente cuando comenzamos con una perspectiva de abundancia, no de escasez. De Dios, se ha dicho sabiamente: “En toda emergencia, debemos reconocer que la batalla es suya. Sus recursos son ilimitados, y las imposibilidades aparentes harán tanto mayor la victoria”.3 No estamos, no tenemos que vernos, limitados por pensar en las imposibilidades.

Ministerios de Necesidades Especiales comienza y termina con una nueva identidad: somos uno en Cristo. La conciencia, la aceptación y la acción según son impulsadas por el Espíritu Santo son las fuertas motivadoras detrás de lo que ha llegado a ser un movimiento en rápida expansión. Este campo misionero apenas ha sido tocado, pero eso está comenzando a cambiar. Muchos están sintiendo el llamado a alcanzar a los millones que han sido marginalizados como resultado de sus “discapacidades”. Ha llegado el tiempo para el “Ministerio de las Posibilidades”, un momento en el que la iglesia y la comunidad se unan para creer “Todos son talentosos, necesitados y apreciados.

1 Elena G. White, Fundamentals of Christian Education, p. 280.
2 Diane Dokko Kim, autor de Unbroken Faith: Spiritual Recovery for the Special-needs Parent
3 Elena G. White, Profetas y reyes, p. 150.
* Cita en el sermón de video “You Are a Possibility”, tomado de Fundamentals of Christian Education, páginas 280-281, es una paráfrasis.

Este comentario fue publicado originalmente en el sitio de Ministerios de Necesidades Especiales de la Iglesia Adventista.

Traducción de Marcos Paseggi

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