Dirigente adventista en Sri Lanka se salva por minutos de explosión de bombas

23 de abril de 2019 | Sri Lanka | Teresa Costello, Noticias de la División Asia Pacífico Sur

Mientras Delbert Pearman, el presidente del grupo de presencia adventista en Sri Lanka, corría en su usual ruta de ejercicio, muy temprano en la mañana del domingo 21 de abril de 2019, llegó hasta el campo en donde usualmente jugaba fútbol al encontrarse en la ciudad capital de Colombo. Se suponía que estuviera presente en las sesiones de junta en las oficinas de la Misión de Sri Lanka (SLM) esa mañana, pero las reuniones de habían pospuesto inesperadamente, así que decidió usar ese tiempo para hacer ejercicio.

Por razones que no puede explicar, el presidente Pearman se sintió cansado y decidió no jugar fútbol esa mañana. En vez de ello, decidió irse a su casa. “Salí a correr a las 8:00 a.m. Normalmente hago un alto para jugar fútbol con los chicos en el parque urbano de Galle Face, pero decidí no hacerlo ese día”, dijo.

Delbert Pearman continuó en su ruta pasando por la Iglesia de San Antonio, una iglesia católica romana  que ha sido designada como santuario nacional. Llegó a su casa y se instaló en ella para lo que pensaba que sería un tranquilo domingo.

En cuestión de minutos, tal quietud fue interrumpida por la explosión de siete bombas suicidas que detonaron casi simultáneamente por todo el país un poco después de las 8:45 a.m. Más de 320 personas perdieron la vida y más de 500 resultaron heridas.

Una de las aulas en la Escuela Adventista Internacional, en Negombo, Sri Lanka, situada a solamente 200 metros de distancia del sitio en donde explotó una de las bombas el 21 de abril de 2019. No había presencia de estudiantes en la escuela al ocurrir la explosión. Imagen cortesía de Noticias de la División Asia Pacífico Sur

[/caption]Tres iglesias y cuatro hoteles fueron blanco de las explosiones, juntamente con una bomba adicional que detonó más tarde durante una redada policial en el lugar donde se alojaban los presuntos sospechosos.

El presidente Pearman pasó en su ruta por tres de los sitios donde explotaron bombas ese domingo de mañana. El Hotel Shangri-La está situado en el parque en el que se hubiera encontrado durante la explosión, de haberse quedado a jugar fútbol esa mañana. Pasó también por la Iglesia de San Antonio solamente unos minutos antes de la explosión que la devastara.

“No fue hasta que llegué a mi casa y que escuché a la policía y a las ambulancias apresurándose a llegar a los lugares de los hechos, que me enteré de que tres de las explosiones habían tenido lugar en torno a la ruta en donde había estado corriendo”, dijo. “Si me hubiera quedado a jugar fútbol, hubiera quedado atrapado en la explosión del Hotel Shangri-La, pues generalmente usamos la sombra del edificio de ese hotel para resguardarnos del ardiente sol durante el juego”, añadió.

El presidente Pearman comenzó su función actual en Sri Lanza en octubre de 2018, pero prestó también sus servicios en este país hace 22 años durante la guerra civil en este sitio. “Tales explosiones de bombas eran frecuentes, pero no de esta magnitud y en un solo día”, hizo notar.

Con el descubrimiento de 87 detonadores de bombas en la principal estación de autobuses en Colombo, en las últimas horas del lunes, el país se mantiene en alto nivel de alerta. Se puso en efecto un estado de emergencia nacional la noche del lunes, juntamente con un día nacional de duelo comenzando el martes a la media noche.

Vista de la Escuela Adventista Internacional, en Negombo (AIS- EAI), situada a 200 metros de la Iglesia de San Sabastián, una iglesia católica que fue blanco durante las explosiones de bombas en Sri Lanka el 21 de abril de 2019. Imagen: Noticias de la División Asia Pacífico Sur

Aunque un grupo se ha declarado responsable por las explosiones, pero sin evidencia para apoyar esa afirmación, por lo menos 40 personas han sido arrestadas en conexión con los ataques. Las declaraciones iniciales del gobierno indican que las explosiones han sido perpetradas por extremistas locales posiblemente con la ayuda de otros extremistas internacionales. Los medios sociales de comunicación fueron suspendidos temporariamente para prevenir que se “difundiera información errónea y discordancia racial”, de acuerdo a las declaraciones oficiales.

Uno de los siete sitios que fueron blanco de las explosiones fue la Iglesia de San Sebastián, una iglesia católica romana en Negombo, a unos 37 kilómetros al norte de Colombo. La Escuela Adventista Internacional de Negombo (AIS) está situada a unos 200 metros de San Sebastián. Para sorpresa de los dirigentes, la escuela no recibió daño alguno.

Si la explosión hubiera ocurrido en un día diferente o en un diferente tiempo del año, cuando la escuela estuviera en sesión, se habrían posiblemente afectado 1,400 estudiantes y personal predominantemente budistas. Se suponía que las clases se reanudaran el lunes, después de unos días de asueto por motivo de días festivos durante la semana pasada, pero el gobierno ordenó que se cerraran las escuelas durante el lunes y el martes, a fin de que las investigaciones y los esfuerzos de recuperación se llevaran a cabo sin ningún impedimento”, dijo el presidente Pearman.

De acuerdo con el presidente Pearman, dos estudiantes no adventistas de esa escuela y el padre de otro estudiante no adventista perdieron la vida en la explosión ocurrida en la iglesia en  Negombo. Aunque no hay todavía informes de defunciones de personas, heridos, víctimas o daños a la propiedad entre los miembros adventistas, uno de los empleados de la Misión de Sri Lanka (SLM) está de luto por la muerte, causada por las explosiones, de siete miembros de su familia.

Los miembros adventistas en Sri Lanka están respondiendo al proveer apoyo emocional a las familias de las víctimas en la escuela de Negombo, así como a los estudiantes y personal de esa misma escuela y al empleado de la Misión de Sri Lanka.

Adicionalmente, los dirigentes de SLM se han propuesto ayudar también en otras formas. “El día de ayer enviamos una carta al Primer Ministro de Sri Lanka, por parte de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, haciéndole saber acerca de nuestra creencia de que toda vida humana tiene su origen en Dios y es por lo tanto sagrada”, dijo el presidente Pearman. “Por lo tanto, condenamos sin ninguna reserva los actos de terrorismo que ocurrieron el pasado domingo y estamos orando porque Dios consuele a los enlutados, sane a los heridos y haga traer rápidamente la justicia sobre los perpetradores, a fin de que el país pueda regresar a la tranquilidad”. “Le hemos informado también que las iglesias adventistas en Sri Lanka están listas para ayudar en la forma en que podamos hacerlo”.

“El Primer Ministro no es ajeno a la labor de los adventistas, ya que ha asistido anteriormente a servicios religiosos en la Capilla Adventista Bethel, en Colombo”, añadió el presidente Pearman.

Mientras tanto, los Servicios a la Comunidad de la Misión de Sri Lanka, fueron activados para desempeñar su labor en las zonas devastadas cerca de la escuela, a fin de ayudar a suplir las necesidades en ese lugar.

Al reflexionar no solamente en las necesidades inmediatas, sino en un enfoque a largo plazo en las necesidades en Sri Lanka, dijo el presidente Pearman: “Nuestra mayor necesidad es incrementar nuestra capacidad para llevar a cabo más labor de servicio a la comunidad en favor de la vulnerable población de ancianos y trabajadores pobres. Otra necesidad dentro de la iglesia aquí es el desarrollo de dirigentes locales a través de la creación de oportunidades de educación superior”.

Dijo el presidente Pearman que ultimadamente puede ver una necesidad creciente de oración, tanto en forma individual como de la iglesia. “Estamos más que agradecidos por todos los que salieron indemnes de los atentados”, dijo. Pero necesitamos orar por las familias de las víctimas. Necesitamos orar en favor de nuestra labor adventista en esta región. Necesitamos orar por las oportunidades que se abren a la iglesia adventista en respuesta a esta situación. Necesitamos orar por las necesidades continuas en Sri Lanka.

“Sri Lanka es una zona que presenta grandes desafíos a la labor; pero los grandes desafíos presentan también grandes oportunidades. Oren por nosotros al ponernos en acción ante el desafío en favor de Cristo”.

Traducción – Gloria A Castrejón