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El pastor Ted N.C. Wilson, presidente de la Iglesia Adventista. Fotografía de Luis Sánchez

Hacia el final del Congreso Global de Líderes Jóvenes 2018 llevado a cabo en Kassel, Alemania, del 31 de julio al 4 de agosto de 2018, los oradores destacados, incluido el presidente de la Iglesia Adventista Ted Wilson, enfatizaron puntos clave para los aproximadamente 1600 líderes adventistas de jóvenes que llegaron desde todas partes del mundo y que hablan 120 idiomas distintos.

Líderes que dan buenos frutos

Vestido con un pañuelo de Conquistadores para mostrar su apoyo a los ministerios de clubes adventistas, Wilson comenzó con una declaración introductoria de afirmación. “Los jóvenes formarán el poder más grande de proclamación de la Palabra de Dios a este mundo”, expresó.

Wilson hizo referencia entonces al lema del evento, animando a los líderes de jóvenes pava que “ayuden [a que los jóvenes] asuman el liderazgo en sus iglesias locales”. En ese sentido, desafió a los asistentes para que “no se dediquen simplemente a entretener a los jóvenes, sino que los alimenten con la palabra preciosa de Dios y entonces los pongan a trabajar para servir a Dios y a las demás personas”, expresó.

Dirigiéndose a un salón lleno de líderes, Wilson se volvió al concepto de liderazgo. ¿A quién se vuelven en busca de dirección en el ministerio joven? ¿A ustedes mismos, a los expertos o a los medios sociales?, preguntó. “¿O será que como líderes jóvenes se apoyan en el líder más grande de todos los tiempos, en Jesucristo, su Palabra y el espíritu de profecía?”

Exponiendo aún más el tema, Wilson se volvió a la Biblia y al libro de Juan el capítulo 15 por una comprensión más profunda de lo que denominó “la experiencia espiritual personal necesaria para liderar a los jóvenes de la Iglesia Adventista de todo el mundo”.

El capítulo registra una metáfora usada por Jesús, señaló Wilson, en la que los creyentes son los pámpanos o ramas conectados a él, la vid y, como resultado, llevan fruto. Sin embargo, expresó, “nuestra confesión profesada con Cristo no necesariamente lleva fruto; tenemos que estar afirmados en él”. Wilson expresó que Dios puede probar y podar a los creyentes “para que sean verdaderamente líderes que den buenos frutos”.

Los participantes de la plataforma posan para una selfie de grupo mientras visten la nueva camiseta de «Un año en misión». Desde la izquierda, Alveena Pillay; Anthony Stanyer; Gilbert Cangy, exdirector de jóvenes de la Iglesia Adventista y fundador de «Un año en misión»; Ted Wilson, el presidente de la Iglesia Adventista; Doug Venn, coordinador de «Misión a las ciudades»; y Gary Blanchard, director de jóvenes de la iglesia mundial. Fotografía de Luis Sánchez

Aunque desafió a los líderes para que compartan conceptos tales como la doctrina del santuario, Wilson también dio una palabra de advertencia a los líderes. “No inventemos o promovamos una nueva comprensión de las verdades bíblicas fundacionales que se nos han encomendado desde el cielo mismo en la formación de este gran movimiento adventista”, expresó.

El propósito de Dios es que como líderes que dan buenos frutos dediquemos tiempo a ayudar a los que están muriendo espiritualmente, a los que necesitan una infusión del poder celestial de Dios en sus vidas”, concluyó Wilson. “Formulemos hoy el compromiso de ser líderes que den buenos frutos al permanecer en Cristo personalmente en forma diaria”.

“Traspásenla,” desafió a los líderes de jóvenes, “para inculcar en los jóvenes una identidad en Cristo, la misión como adventistas del séptimo día y el liderazgo espiritual en la iglesia local”.

Una inversión audaz

Para su último mensaje, Ty Gibson, codirector del Ministerio Light Bearers, también reflexionó sobre los principios de liderazgo.

Gibson hizo referencia a estudios que demuestran la existencia de una narrativa universal e histórica de liderazgo en la que el líder ejerce el poder por sobre los demás, y el héroe usa la fuerza para luchar contra los enemigos, perpetuando así el “mito de la violencia redentora”.

Solo una narrativa va en contra de esa narrativa universal, dijo Gibson, que está modelada por la vida y las enseñanzas de Cristo. Señaló un diálogo que tuvo Jesús con sus seguidores, en el cual Jesús dijo: “Sabéis que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad. Pero entre vosotros no será así”.

“Jesús está fundando un nuevo sistema de gobierno”, sostuvo Gibson. “Está trayendo a la existencia una manera completamente nueva de ser humano”. En esta contranarrativa, hay poder bajo los demás; el héroe usa el amor para luchar contra los enemigos; y la historia del amor redentor es enseñada y vivida en la práctica.

Gibson señaló que un dios en una cruz era algo absurdo para los romanos y los griegos, lo que llevó a que el apóstol Pablo se refiriera a “la locura de la cruz”. Y sin embargo, dice, Pablo escribe que “para los que se salvan es poder de Dios”.

El filósofo Friedrich Nietzsche, expresó Gibson, reconoció y concluyó que a la luz de la narrativa universal, la cruz fue “una extravagancia horrible, una inversión audaz, la trasvaluación de todos los valores antiguos”.

“Jesús no murió meramente en la cruz para darte a ti y a mí una entrada al cielo después de la muerte”, señaló Gibson. “También murió en la cruz para dar nacimiento a toda una nueva manera de relacionarnos entre nosotros. Fundó un nuevo sistema de liderazgo”. Con esto en mente, Gibson compartió tres principios de liderazgo que, dijo él, están alineados con las enseñanzas y la vida de Cristo.

En primer lugar, dijo Gibson, “el líder cristiano lidera desde el centro, no desde arriba; de entre la gente, con ellos, ejerciendo influencia”. En segundo lugar, contó, “el líder cristiano no busca el control sino la confianza”. En tercer lugar, indicó Gibson, “el líder Cristiano sirve dentro de un cuerpo bajo una cabeza que es Jesucristo: una comunidad de iguales bajo una cabeza”, permitiendo así el líder valore cada individuo mientras da rienda suelta a su creatividad.

“El líder más efectivo, el único líder cristiano”, concluyó Gibson, “facultará a otros desde el centro, cultivará la confianza y movilizará el genio individual”.

Por un resumen del mensaje de conclusión de David Asscherick, puede leer el artículo de Victor Hulbert en el sitio web de la División Transeuropea, y recibir los últimos tuits en #GYLC18.

Traducción de Marcos Paseggi

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