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3 de mayo de 2018 | San Antonio de los Baños, Artemisa, Cuba | Maranatha Volunteers International/DIA

Un grupo de 42 voluntarios de Maranatha regresó hace poco de un proyecto en la iglesia adventista de San Antonio de los Baños, en Cuba.
La congregación, que se reúne a 35 kilómetros de La Habana en la región noroeste, comenzó en el hogar de Martina Pérez y continuó reuniéndose allí durante 45 años. Antes de morir, Pérez pidió que su hogar siguiera funcionando como lugar de culto. Con el tiempo, la iglesia comenzó a adquirir propiedades adyacentes para expandir el espacio y hacer lugar para la creciente congregación. Hoy día, hay más de doscientos miembros en el grupo de San Antonio, pero no hay suficiente lugar para sentar a todos dentro de la iglesia existente. Los sábados, los miembros se dividen en cinco casas en distintas partes de la ciudad.

El año pasado, los líderes adventistas de Cuba pidieron a Maranatha que ayudara a San Antonio renovándole la iglesia. Maranatha respondió al llamado, y en abril, un grupo llegó a Cuba para un proyecto de once días. Los voluntarios iniciaron la demolición de una casa próxima a la iglesia, que expandirá los metros cuadrados. Las paredes fueron pintadas, y el grupo también llevó a cabo una feria de salud y un ministerio deportivo para los jóvenes locales. Nuevas pelotas de fútbol y de béisbol brindaron entusiasmo a los niños, y dieron buena voluntad a la comunidad.

Hace poco, voluntarios de Maranatha tuvieron un culto en la iglesia adventista de San Antonio de los Baños, que el año pasado fue remodelada por dentro. El mes pasado se terminó la remodelación exterior. Fotografía de Maranatha Volunteers International

También se fomentaron relaciones con los miembros de iglesia, que tomaron la iniciativa de sumarse al trabajo. Cuando supieron del proyecto de Maranatha, se remangaron y se pusieron a trabajar al lado de los voluntarios. Alrededor de 65 miembros de iglesia contribuyeron en diversas tareas, lo que también les brindó oportunidades de interactuar con los vecinos.

Los voluntarios ayudaron a limpiar y pintar el exterior, y ayudaron con la demolición de una de las casas de al lado, lo que brindará más espacio para un patio y un baño. Equipos de Maranatha también ayudarán con el trabajo y lo que se piensa hacer en el segundo piso.

Un voluntario demuele una casa cerca de la iglesia, lo que expandirá la iglesia existente. Fotografía de Maranatha Volunteers International

“Sin lugar a dudas, este proyecto ha abierto nuevas puertas en la comunidad”, dijo David López, director de Proyectos Voluntarios. “Están usando este proyecto para avanzar con el trabajo y seguir compartiendo el nombre de Jesús en Cuba”.

Maranatha ha estado trabajando en Cuba para renovar las iglesias adventistas desde la década de 1990. Las circunstancias políticas hacen que no sea fácil trabajar en Cuba, y a veces lleva años que los proyectos puedan llevarse a cabo y completarse. Pero Maranatha ha tenido éxito en la renovación de cientos de iglesias en Cuba, y hasta ha construido un seminario adventista.

Traducción de Marcos Paseggi

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