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Imagen por Pixabay

11 de septiembre de 2017 | Loma Linda, California, Estados Unidos |

U n estudio llevado a cabo por la Escuela de Salud Pública de la Universidad Loma Linda no solamente encontró que los productos lácteos pueden proteger contra el cáncer colorrectal, sino también que los componentes individuales que protegen contra el cáncer rectal podrían diferir de aquellos que protegen del cáncer de colon.

El estudio, que fue publicado en una edición en línea de la revista Public Health Nutrition (Revista de salud pública y nutrición), encontró que, independientemente de sus componentes de calcio, los productos lácteos de alimentación, podían proteger en contra de cáncer rectal, mientras que el calcio en sí mismo, ya sea procedente de productos lácteos o de otras fuentes de calcio de origen no lácteo, o de suplementos de calcio, parecía proteger contra el cáncer de colon.

El investigador principal, Gary Fraser, indicó que, aunque varios estudios recientes han demostrado que el calcio está asociado con un menor riesgo de cánceres colorrectales, la mayoría de los mismos no podían separar el calcio de otros componentes de los productos lácteos.

“Pensamos que podríamos lograr nuevas percepciones significativas en cuanto a la forma como el calcio lucha contra el cáncer, al analizarlo separadamente de otros componentes de los productos lácteos”, dijo el investigador Fraser.

La muy peculiar población del estudio en Loma Linda, incluyó a muchos vegetarianos, que obtienen el calcio mayormente de productos vegetales, en vez de productos lácteos, los cuales constituyen la fuente principal de calcio para la mayoría de los estadounidenses. Esto les permitió a los investigadores deshacer el entrelazamiento entre el calcio y los componentes de los productos lácteos.

Este estudio informó que aproximadamente un 92 por ciento de estadounidenses consumen productos lácteos. Pero, como lo señala el boletín informativo en línea Vegan Bits, aproximadamente 1.62 millones de estadounidenses son veganos. Sin embargo, dijo el investigador Fraser que, siendo que los cánceres colorrectales son el tercer tipo más común de cáncer en los Estados Unidos, el retener algo de productos lácteos en la dieta, es una elección razonable para la mayoría de las personas.

“Desde una perspectiva de salud, aun las personas veganas podrían considerar la adición de algo de productos lácteos para incluirlos nuevamente en su dieta, especialmente si hay un alto riesgo de cáncer colorrectal en la familia”, indicó el investigador Fraser. Sin embargo, hizo notar también que la ausencia de carne roja en la dieta vegana puede ofrecer cierto grado de protección contra el cáncer colorrectal, así como también la actividad física.

Aunque los productos lácteos son la fuente más común de calcio dentro de la dieta, el investigador Fraser dice que los vegetales de hoja verde, los higos, naranjas, frijoles, frijoles de soya o soja y el tofu, son también ricos en este vital nutriente, así como, por supuesto, los suplementos orales del mismo. Independientemente de cuál sea su fuente, dice el investigador Fraser que, el asegurarse un adecuado consumo de calcio es de particular importancia en la protección en contra del cáncer de colon, el cual identifica como el más común de los dos cánceres colorrectales.

En este estudio, el investigador Fraser y su equipo analizaron datos recolectados entre el 2002 y el 2007 entre más de 77,000 participantes en los Adventist Health Studies (Estudios de Salud Adventista). Tanto los consumidores de carne, vegetarianos y veganos, estuvieron todos representados en el estudio. Los vegetarianos fueron definidos como personas que no comen carne, aves o pescado, pero que consumen huevos, leche, yogurt y queso. Por otra parte, los veganos no consumen ningún producto de origen animal o producto lácteo.

El investigador Fraser dijo que la ventaja protectora que ofrecen los productos lácteos procede no solamente de su contenido de calcio, que pareciera proteger en contra del cáncer de colon, sino también de otros componentes de los productos lácteos. Sospecha que además de las grasas de los productos lácteos, como el ácido linoleico conjugado, la vitamina D y la proteína de la leche, lactoferrina, pueden posiblemente jugar un papel dentro de la protección ofrecida por los productos lácteos en contra del cáncer rectal. Advierte, sin embargo, que se necesita más estudio al respecto.

Traducción – Gloria A. Castrejón

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